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Inventar de nuevo: cómo nos engaña nuestro propio cerebro

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Como hemos dicho antes, el pensamiento automático es una reacción involuntaria común a todo el mundo. Puede desencadenarse tanto por estímulos externos del mundo que nos rodea como por estímulos internos como emociones, sensaciones corporales y otras manifestaciones cognitivas como los recuerdos. Los pensamientos automáticos suelen ser verosímiles, por lo que, si uno se los cree, pueden tener un efecto profundamente perjudicial en su estado emocional.

Para aprender a detectar estos pensamientos, puedes utilizar la técnica de tomar notas. Al fin y al cabo, para equilibrar tu pensamiento, necesitas entender qué tipo de pensamientos e imágenes te vienen a la cabeza. Se recomienda llevar un diario y tomar notas de los pensamientos cada vez que note un cambio significativo en sus sentimientos: es una señal clara de que un pensamiento automático ha entrado en su cabeza. Registre no sólo el pensamiento o la imagen en sí, sino también la situación en la que se produjo y cómo se sintió en ese momento.

Tomar conciencia de las distorsiones cognitivas puede llevar a la normalización, lo que significa volver a mirar la lista anterior y responder honestamente a la pregunta “¿me reconozco en alguna de estas situaciones?”.

El siguiente paso es reestructurar cognitivamente o cuestionar el contenido de los pensamientos automáticos negativos. Esto puede hacerse, por ejemplo, utilizando el análisis tradicional de pros y contras. Suele ser bastante fácil encontrar razones por las que tu pensamiento es cierto, y más difícil identificar por qué puedes estar engañándote. No obstante, puedes intentarlo, y si no puedes hacerlo tú mismo, plantéate consultar a un profesional.

Finalmente, la última etapa es el anclaje, o los momentos en los que haces habitual el nuevo pensamiento reestructurado. Un método: aprender a “superar” los pensamientos automáticos. Sí, lo sabemos, primero dijimos que los escribieras, pero el siguiente paso -¡después de que domines llevar un diario de tus pensamientos! – es aprender a procesar la misma información en tu cabeza, no en papel. Con el tiempo, analizar tus pensamientos de esta forma se convertirá en un hábito y simplemente dejarás de notar cómo cribas el pensamiento automático no constructivo y lo sustituyes por un pensamiento objetivo.

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