Quizá conozca a profesores que tratan a sus seres queridos como si fueran escolares. O directivos que incluso lavan los platos como si fuera un proceso de trabajo. O usted mismo no puede salir del modo de trabajo. Esta situación se llama deformación profesional. Le contamos qué es y cómo afrontarla.
¿Cómo afrontar la deformación profesional?
A veces la deformación profesional resulta ventajosa. Por ejemplo, un directivo se vuelve más organizado, un conductor de autobús se vuelve puntual y un profesor puede convencer a cualquier niño para que coma sopa. Pero hay otra situación: a una persona le resulta más difícil comunicarse, no puede descansar plenamente, se define sólo a través de su profesión.
¿Cómo hacer frente a esto?
Establecer un régimen
Es difícil desconectar del trabajo, si sólo hay tiempo libre para dormir. Evalúa a qué dedicas el día e intenta encontrar tiempo para ti. No hace falta que hagas una lista con mil millones de aficiones. Empieza por las cosas más sencillas: comida nutritiva, actividad física, paseos. Éstas son las cosas básicas que mejorarán tu vida y te ayudarán a distraerte con regularidad.
Encuentre una afición
Esto puede ser complicado, sobre todo si hace tiempo que no haces otra cosa que trabajar. Pero hay formas de hacerlo. Piense en lo que le gustaba cuando era niño, en lo que soñaba… quizá esto le dé algunas ideas. Pregunte a sus colegas qué les gusta y cómo encuentran tiempo para ello. Te sugerimos que empieces por aficiones que requieran poco tiempo y equipamiento. Por supuesto, puedes decidir que vas a empezar a hacer senderismo y comprarte todo el equipo. Pero es difícil encajar algo así en tu agenda diaria, y una noche alrededor de la hoguera no te salvará de la deformación profesional.
Tómate unas vacaciones
En primer lugar, cambiarás de aires. Esto es especialmente útil si trabajas en una oficina, un cubículo o una escuela donde no cambian muchas cosas. En segundo lugar, tendrás que pensar qué hacer con tu tiempo libre. Prueba algo nuevo o recuerda viejas aficiones. Lo principal: no te quedes en casa contando los días que faltan para ir a trabajar. Y en tercer lugar, tendrás la oportunidad de pensar en lo que realmente quieres de la vida.
