Desconfíe de los productos ecológicos
Los productos ecológicos suelen ser mucho más caros, pero no necesariamente mejores. Desde el punto de vista de la salud, algunos alimentos ecológicos pueden ser ligeramente más nutritivos que los convencionales (no ecológicos). Estas diferencias suelen ser mínimas. Algunos estudios no han encontrado ninguna diferencia entre los alimentos ecológicos y los convencionales.
Añada a su dieta fuentes de proteínas asequibles
De todos los nutrientes (sustancias nutritivas), la proteína es la que más sacia. Esto significa que te mantiene saciado durante más tiempo. Las proteínas no son sólo carne y huevos. Entre sus fuentes económicas están las legumbres (alubias, guisantes, soja, garbanzos, lentejas, judías mungo), la leche, el yogur, el pescado en conserva (atún, salmón, caballa, anchoas).
La carne, el pescado y el pollo congelados suelen ser más baratos que la carne fresca. Las conservas de pescado, por regla general, también. Pero al mismo tiempo no es menos útil. La carne roja es un buen sustituto de las legumbres.
Utiliza el congelador
El congelador es tu amigo. Aprovéchalo al máximo para ahorrar dinero y reducir el desperdicio de alimentos. La mayoría de los alimentos pueden congelarse hasta su fecha de caducidad. El congelador actúa como un botón de pausa: los alimentos no se estropean en él y la mayoría de las bacterias no pueden multiplicarse en su interior. Por ejemplo, ¿sabías que puedes congelar huevos (sólo tienes que romperlos antes)? ¿Y las especias y el queso? También.