desarrolla los pulmones mediante una respiración profunda y uniforme
aumenta la flexibilidad
desarrolla y fortalece todos los músculos del cuerpo
desarrolla una postura correcta;
da un impulso de energía.
La investigación moderna confirma ampliamente esta opinión. Por ejemplo, científicos canadienses han demostrado que el entrenamiento con Pilates fortalece los abdominales y los músculos de la espalda, mejora la postura y es útil para los trastornos de cuello y hombros.
Al mismo tiempo, el Gustavus Adolphus College estadounidense llegó a conclusiones ligeramente distintas. En el estudio participaron 50 hombres y mujeres sanos de 25 a 65 años que no habían hecho Pilates antes. Realizaron el entrenamiento dos veces por semana durante 12 semanas. Los resultados mostraron que el Pilates ayuda a desarrollar la resistencia y la flexibilidad, pero que la postura y el equilibrio sólo mejoran ligeramente.
Pilates también puede utilizarse en programas de rehabilitación de dolores de espalda, escoliosis no estructural y otras enfermedades y lesiones articulares. Investigadores de la Universidad Macquarie analizaron 23 estudios sobre la eficacia del Pilates en estos casos y descubrieron que el ejercicio alivia el dolor y mejora la calidad de vida. Sin embargo, señalaron que este efecto no se ha estudiado suficientemente.
